Nuevas oportunidades.
Seúl.
Jungkook se despertó con un terrible dolor de cabeza y amargo sabor de boca.
—Eso de que el alcohol te hace olvidar... Se tendría que replantear —salió de la cama tambaleante y se metió a bañar.
Al salir y con la mente despejada, se vistió rápidamente y bajó al comedor, justo para ver a Yeji salir de la oficina de Jungwon hecha una furia, sus miradas se encontraron y pronto se oyó la amenaza.
—¡Tú tienes la culpa si algo le sucede a Minhyun!
—¿Yo?
—¡Sí! ¡Has puesto a Jungwon en nuestra contra!
—Jungwon no necesita que nadie le diga las fechorías que hace tu hermano, se da cuenta perfectamente él solo.
—¡Sí Jungwon no ayuda a mi hermano, hablaré con la abuela Misook!
—¿Y por qué no lo has hecho? Quizás porque sabes que ahora Jungwon tiene más poder que la abuela Misook. ¡No, espera! O tal vez sea que lo que ha hecho Minhyun sea tan vergonzoso que no se lo puedes decir a la abuela.
Yeji lo miraba con rencor a punto de desbordarse, apretaba sus puños hasta ponerse blancos los nudillos y comenzó a temblar.
—Me las vas a pagar, Jungkook, tal vez no ahora, pero te juro que te haré pagar por cada una de tus humillaciones —se dirigió a la salida y sin esperar que algún sirviente le abriera la puerta, ella misma la abrió y cerró de un portazo al salir.
En esos instantes Jungwon salió de su oficina.
—Creo que esto no pinta nada bien.
—¿Te vino a pedir que abogaras por Minhyun?
—Sí, estabas en lo cierto, hay gato encerrado en esa acreditación de la escuela de economía, Yeji me pidió que moviera mis influencias para que no expulsaran a Minhyun de la Universidad de Seúl.
—¿Y qué le respondiste?
—Que si existían pruebas de fraude, me lavaría las manos, no voy a exponer la buena reputación que tiene la familia Jeon por culpa de ese desubicado muchacho.
—¿Y la abuela Misook?
—Evitaré que se entere de este asunto hasta donde me sea posible.
—¿Quizás Yeji y Minhyun se dirijan a ella?
—Tal vez, pero sabré sortear esa situación, no te preocupes, ¿desayunamos?
—No gracias, creo que dejaré a mi estómago descansar un poco de cómo lo traté ayer; prefiero regresar a mi casa —Jungkook empezó a dirigirse a la salida, cuando volteó a ver a Jungwon—. Y nuevamente discúlpame por lo de anoche, prometo ser más inteligente la próxima vez.
—Eso espero Jungkook, te daré una última oportunidad, porque si no, tal vez Minhyun no sea el único expulsado de la familia.
—Bromeas, ¿verdad?
—¿Tú qué crees?
Jungkook vio en el rostro de Jungwon que no estaba bromeando esta vez y prefirió ya no preguntar más retirándose de la mansión Jeon.
✧✦✧
Pasó una semana desde el año nuevo y la gran ciudad de Seúl volvía a su ajetreada vida, pero un gran conflicto se vivía en las instalaciones de la Universidad de Seúl, Jungkook salía de una de sus clases cuando le llamó un compañero de otro grupo.
—¡Hey Jungkook! ¿Sabías que tu abuela y tu hermano, están con Minhyun y sus padres en la oficina del rector? ¿A qué se debe esta visita?
Jungkook se puso pálido por un instante, tratando de buscar la solución a la lluvia de comentarios, preguntas y chismes que se aproximaban.
—No lo sé, pero en cuanto tenga la respuesta, tú serás el primero en saberlo, ahora si me permites.
Y salió casi corriendo hacia la oficina del rector, donde encontró ya a un considerable grupo de estudiantes curiosos a lo largo del pasillo, murmurando sobre las visitas al rector.
Todos voltearon al verlo llegar, y estaban a punto de abordarlo con mil preguntas cuando la puerta de la oficina del rector se abrió. Se hizo un silencio sepulcral, de allí salieron la abuela Misook sostenida por Jungwon y Minhyun casi transparente con unas ojeras sumamente marcadas apoyado por sus padres, que casi lo llevaban en brazos, el rector solo salió para ordenar.
—¡Todos a sus clases, aquí no ha pasado nada! —y regresó a su oficina.
Jungkook quiso alcanzar a sus parientes, pero la masa de estudiantes se lo impidió, trató de salir por la parte trasera del edificio, pero sólo consiguió golpear de frente con alguien, cuando recobró la compostura.
—¡Jisung! Me alegra verte, disculpa el golpe, estoy algo apurado —dijo reconociendo con quien había chocado y se apresuró a levantarle los libros que se le habían caído.
—No te disculpes, fue un accidente. ¿Te encuentras bien? ¿Qué es todo ese alboroto?
—Es muy largo de contar y muy complicado, de hecho, ni yo mismo lo entiendo todavía... ¿Por qué no mejor me dices que tal te fue en tus vacaciones?
—Muy bien gracias, y espero que tú también la hayas pasado de maravilla.
—¡Ni que lo digas! —expresó con un dejo de burla—. ¿Cuándo saldremos otra vez?
—Cuando tú lo dispongas —le respondió sonrojado.
—¿Te parece la próxima semana?
—¡Fabuloso! Ahora me tengo que ir, he de entregar estos libros antes de que terminen las clases.
Jungkook lo vio alejarse rumbo a la biblioteca y empezó a reflexionar sobre la propuesta que le hizo a Jisung.
—¿Me estaré precipitando al volverlo a invitar a salir? Quizás si lo sigo tratando, nuestra relación cambie por algo más sólido y duradero... Creo que debo de darle una nueva oportunidad a esta naciente amistad... quizás él sea lo que estoy buscando.
✧✦✧
Jungkook casi llegó corriendo a la mansión Jeon.
—¡Jungwon! ¡Jungwon!
—¿Qué gritos son esos, Jungkook? La abuela por fin se quedó dormida y tú la vas a despertar.
—Lo... siento —dijo tratando de recuperar el aliento—. ¿Qué fue lo que sucedió en la Universidad?
—Te lo trataré de resumir: Rector llama a mi oficina, atrapan a cómplices de Minhyun con el examen final y confiesan, la abuela se entera y todo es pánico, trato directo con la Universidad, no expulsión a Minhyun, le dan una nueva oportunidad, lo regresan a cursar a la carrera de economía como cualquier principiante sin privilegios de ninguna clase, a cambio la familia Jeon aportará una cuantiosa suma a nombre de la Universidad de Seúl y nada de esto se hará público.
—¿Y tú lo aceptaste?
—No tuve más remedio, la salud de la abuela estaba de por medio, incluso no me importaba enlodar el nombre de la familia, pero ella está primero.
—Tienes razón... somos unos desconsiderados.
—Por favor, Jungkook, ahora más que nunca te voy a pedir prudencia, se nos avecinan vientos muy fuertes.
—Te lo prometo Jungwon. ¿Está la abuela sola?
—Taehyung la está cuidando, después lo relevaré para que él descanse.
—Si necesitas de mí, sólo pídemelo.
—Gracias, solo te pido que pienses las cosas antes de actuar.
—Te juro que estoy en ello, aunque me es difícil, lo haré por la abuela Misook.
✧✦✧
GANGNEUNG.
Los Park se encontraban arreglando las maletas para regresar a Seúl, cuando tocaron a la puerta de su habitación.
—¿Quién es?
—Soy yo mamá, Jimin.
—Pasa hijo —sonriente la señora Park le abrió la puerta—. ¿Ya está lista tu maleta?
—De eso quería hablarles... papá, mamá, quiero pedirles un gran favor.
—¿Qué sucede cariño? —preguntó preocupado su padre.
—Quisiera pedirles su permiso para quedarme una semana más aquí, en Gangneung. Yuna me dice que no hay inconveniente, sus padres están de acuerdo.
—Pero Jim... —exclamó la señora Park.
—Creo que es una buena idea, amor — interrumpió el señor Park—. Jimin necesita un tiempo más largo fuera de Seúl.
—Está bien Changwook —aceptó la madre de Jimin—. Si lo consideras prudente, te apoyo... los apoyo a los dos —y abrazó a su hijo en un cambio de actitud que sorprendió a Jimin.
✧✦✧
Jimin en compañía de Yuna y su novio Kai, despedían a los Lee y a sus padres en la estación de trenes, abrazó fuertemente a su papá y al momento de despedirse de su madre.
—Mamá... quiero que me perdones por lo que te dije ayer, fue una grosería de mi parte, no sé que me pasó.
—Jim, cariño, no te disculpes, es mi culpa por hostigarte tanto con lo del "buen partido" ¿Qué tal si nos damos otra oportunidad?
—Claro que sí, mamá —exclamó abrazándola.
Los señores Park subieron al tren, seguidos por los Lee, pero Minho se retrasó para poder tener unos minutos con Jimin.
—Jim... quisiera pedirte algo.
—Dime.
—Cuando regreses a Seúl, quisiera que me dieras la oportunidad de demostrarte que puedo ser más que tu amigo —Jimin abrió la boca para decirle algo, pero Minho se lo impidió—. ¡No, por favor! Déjame terminar... No me contestes nada ahora. Me darás tu respuesta cuando regreses a tu casa, ¿te parece?
Jimin no pudo hablar, solo asintió y Minho se despidió de él con un beso en la mejilla y una enigmática sonrisa, en minutos, el tren partió dejando a Jimin envuelto en mil preguntas.
✧✦✧
Jimin regresaba de su caminata matutina por la playa, les había dicho a sus padres que sólo estaría una semana con los Lee y ese plazo estaba llegando, sin que Jimin tuviera ánimos para regresar, por un lado, no quería encontrarse con Jungkook, y por el otro, la petición de Minho lo tenía abrumado, sólo tenía el consuelo de haber entablado una entrañable amistad con Yuna.
Habían hablado de todo, de los padres de ambos, del novio de Yuna, de su relación con sus primos Minho y Jisung y sobre su triste historia con Jungkook, aún recordaba lo interesante que era la familia Lee.
"—Mira... —le platicó Yuna—. Tú sabes que mi familia es una familia de contadores, Minho y su papá... contadores de tus padres; mi padre es contador también de una familia adinerada de Gangneung, mi Kai es estudiante de economía y hasta mi madre estudió economía.
—¿De verdad? ¿Y qué pasó?
—Que le ganó el amor, decidió dejarlo para cuidarme a mí, aunque no me lo dice, pienso que ella todavía extraña ese mundo, al ver como brillan sus ojos cuando plática con mi papá de su trabajo.
—¿Y tú también quieres ser contadora?
—Bueno, a mí me ganó el cerebro.
Yuna rió ampliamente.
—Lo que pasa es que un requisito para ser contador es tener "cabeza" para las matemáticas, y para mí es como si me hablaran en chino, si no fuera por ese detalle te aseguro que estaría estudiando economía también.
—Eso no lo dudo, eres muy emprendedora y valiente."
El menor de los Park suspiró recordando aquella conversación.
—¿Qué tal la brisa matinal, Jim? —fue el saludo de Yuna, que hizo que Jimin regresara de sus recuerdos.
—Siempre reconfortante... Yuna... creo que ya es hora de regresar a mi casa, creo que he abusado de la hospitalidad de tu casa.
—No digas eso, sabes que te la ofrecimos de todo corazón.
—Gracias por todo.
—De nada. ¿Y ya sabes que es lo que vas a hacer cuando regreses?
—¿Hacer sobre qué? ¿Sobre Minho?... aún no lo sé
—¿Y sobre ti?
—Menos.
—Deberías dedicarte a lo que más te gusta.
—Ya me lo han dicho antes, pero al parecer... lo que creo hacer mejor, no me sirve para nada.
—Analicemos... sabes tocar muy bien el piano. ¿Puedes dar clases?
—No creo que, dando clases de piano me pueda mantener.
—Sabes cocinar delicioso, el pollo a la naranja de ayer estuvo para chuparse los dedos.
—El sueldo de una cocinera tampoco es para tener una buena solvencia económica, agrégale que "no sería un digno empleo para un Park" —concluyó Jimin imitando el modo de hablar de las señoras de sociedad.
—¿Y por qué una simple cocinera? No quiero menospreciar la labor de esas valientes mujeres, pero... ¿Por qué no pensar en grande?
—Explícate.
—Sí, ¿te acuerdas que te dije que yo no tenía cabeza para ser contadora?
—Así es, pero no me dijiste que era lo que te gustaba hacer.
—Desde muy niña, me gustaba hacerle vestidos a mis muñecas, cuando crecí me hacía mis propios vestidos y a toda señora que se me paraba enfrente.
—Por eso es que estás tan enterada de la moda.
—Pero yo no pienso en solo ser una costurera, quiero ir un paso más allá... diseñadora.
—¿Diseñadora?
—Sí, y es por eso que te digo que pienses en grande. ¿Qué tal si pones el mejor restaurante de Seúl? Comandado por ti y tus recetas serían la locura.
—La verdad no lo había pensado... pero, hay dos cosas más que me inquietan.
—¿Cuáles?
—No sé si me casaré algún día, y aunque así sucediera, me gustaría no depender de mi marido...
Y sobro todo, ¡odio la tonta idea que el marido de uno, tenga que hacerse cargo de la fortuna de tu familia como si viviéramos en siglo pasado!
—Te lo dije —respondió Yuna entre risas—. Pero recuerda que las damas estamos en desventaja y los chicos de muy buenas familias, como tú. ¿Acaso estás pensando en hacerte cargo tú mismo de los negocios de tu familia?
—¿Y por qué no?
—¿Qué negocios tiene tu familia?
Jimin se petrificó, ni idea tenía de los negocios de su familia.
—Creo que no tengo ni idea de a que negocios se dedica mi papá —reconoció con angustia.
—Me temo que primero tienes que empezar por ahí —y se botó de la risa—. Jimin, ¿qué más te preocupa, a parte del futuro de tu familia?
—Lo que te voy a contar es un poco vergonzoso para mí, sabrás que no soy hijo natural de los Park.
—¿Te avergüenza?
—¡No! Pero hubo una época de mi vida en que la quise ocultar, hoy en día estoy en paz con esa parte de mí y de cierta manera, necesito regresarle a la vida lo mucho que me han dado, ayudando a los más necesitados y así regreso al mismo punto de partida, no tengo ningún oficio ni beneficio para lograrlo.
—Sí que tienes la vida complicada eh... tener una profesión, cuidar el patrimonio de tu familia y ayudar a gente necesitada, ojalá se pudieran resolver con una misma solución.
—¿Resolverlas con una misma solución? Qué interesante reflexión, por lo pronto tengo que regresar a Seúl.
—No sin antes probarte algunos de mis diseños.
—Te los compro.
—Pero si no los has visto.
—Confío en ti, necesito regresar diferente a Seúl, nueva ropa, nuevo Jimin.
—Muy bien amigo, pero también tendrás que cambiar por dentro. ¿Por qué no le das una oportunidad a mi primo Minho?
—Tal vez lo haga, será una nueva oportunidad para mí también.
Esa tarde, Jimin regresaba a Seúl, con muchas ganas de atrapar las nuevas oportunidades que se le presentaran, y así dejar atrás la etapa donde solo existía Jeon Jungkook.
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